Liberando a Duarte

Historia de Puerto Plata

El Festival Internacional de Performance Independence POP, celebrado en el país en febrero del 2012, ofreció la oportunidad al gran artista plástico Orlando Menicucci de entrelazar historia y arte performático. Casi dos siglos mas tarde, en la Fortaleza San Felipe lugar donde estuvo preso, se rindió merecido homenaje al patricio a través de la acción performática. La participación de Carlos Manuel Finke (Ney) en aquella ocasión, recordó la visita de Juan Pablo Duarte a Puerto Plata y en el exacto lugar donde él mismo fue confinado a una solitaria durante su lucha antitrujillista se logró esa magnifica simbiosis. 

A menos de seis meses de la fundación de la República Dominicana, atesorada, proyectada y creada la infraestructura para su separación de Haití por el propio Duarte, este sufrió en Puerto Plata la humillación de ser apresado, enviado a la Torre del Homenaje y luego deportado a Hamburgo, Alemania, sin ser sometido a juicio ni tener la oportunidad de apelación. 

Duarte había llegado a Santiago el 30 de junio de 1844 como representante de la Junta Central Gubernativa. La aceptación demostrada por los diferentes pueblos en su camino al Cibao hizo que Ramón Mella lo propusiera como presidente de la República, idea que encontró muy buena aquiescencia en casi todos los lideres del Cibao. El 4 de julio, al ser proclamado para la primera magistratura establece como condición que su elección sea previamente sometida al voto popular para asumir sus funciones. 

Los representantes de Puerto Plata, el Presbítero Dr. Manuel González Regado y el general Antonio López Villanueva, se reúnen en junta de notables en Santiago con los demás lideres cibaeños decidiendo por mayoría de votos comisionar los generales Ramón Mella y José María Imbert, el coronel Miguel Rojas y los tenientes coroneles Vidal Pichardo y Vallón Simón (haitiano que había jurado lealtad a la República luego de ser sus compatriotas obligados a dejar el país), con la finalidad de proponer a Santana que la elección de las autoridades fuera resultado de la voluntad popular. 

Duarte, aconsejado de esperar el resultado en Puerto Plata, es hospedado a su llegada el 10 de julio en casa del general Antonio López Villanueva. De acuerdo con el testimonio de Rosa Duarte, al día siguiente, el 11 de julio en la Comandancia del Departamento, López Villanueva le entregó el pronunciamiento donde de los habitantes de la ciudad norteña le solicitaban ocupar la presidencia de la República. Previamente, el padre González Regalado había ofrecido un tedeum donde, desde el púlpito, invitaba vehementemente a sus compueblanos a adherirse a la solicitud para que Duarte aceptara la dirección de los destinos de la patria. Al termino de la celebración religiosa Henrieta Simons le ofreció flores recién cortadas. 

Luego del pronunciamiento en la Comandancia, Duarte agradeció el apoyo brindado por los puertoplateños, mostrando la pureza de sus ideales y su preocupación por el bienestar de la patria y de sus conciudadanos, con las siguientes palabras: 

“Sed felices ciudadanos de Puerto Plata. Mi corazón rebosará de satisfacción, ocupe yo o no ese puesto que vosotros me ofreces y deseáis que alcance; más, ante todo, sed justo si queréis ser felices, puesto que ese es el primer deber del hombre; permaneced unidos, y así apagaréis el fuego de la discordia y venceréis a vuestros enemigos y la Patria será libre y segura y serán colmados vuestros anhelos; y yo alcanzaré así mi mayor recompensa, la única á que aspiro la de veros gozando de la paz, felices, libres e independientes.” 

Desde Tubagua para el mundo. Liberando a Duarte

Por su parte, el 12 de julio, Santana se declaró “Jefe Supremo de la Nación en nombre del pueblo y del ejército” y como respuesta a la comisión que viajó a Santo Domingo, encabezada por el general Mella le ofrece “serios ultrajes en la Puerta del Conde” 

Por su seguridad y por recomendación de algunos amigos Duarte aceptó la hospitalidad de don Pedro Dubocq en su casa de campo localizada, según refiere Ney Finke, a 100 o 150 metros al sur del Fortín, que se encontraba frente al patio trasero de Villa Enriquillo (hoy Casa Loma), la residencia de Bubul Limardo, en dirección del camino que va hacia la loma Isabel de Torres. Felipe González López asegura que desde allí escuchó “las salvas de artillería disparadas en la Fortaleza San Felipe” al ser proclamado Pedro Santana presidente de la República. 

El febrerista Pedro Ramón de Mena, quien fungió como delegado de la Junta Central Gubernativa en el Cibao desde la fundación de la República, fue, según las notas de Ney Finke, la persona que arrestó al padre de la patria quien se encontraba con sus guardaespaldas: Juan Evangelista Jiménez y Gregorio del Valle, en la casa del señor Dubocq.

El testimonio del Dr. González Regalado en su Memorias a Pluma de la Parroquia y Fuerte de San Felipe de Puerto Plata- Año de 1849, citadas por Alcides García Lluberes, informa que el joven trinitario Juan Isidro Pérez, llegó a Puerto Plata en el barco “Euryales”, luego de enfrentarse al auto proclamado “Jefe Supremo de la Nación” general Pedro Santana para rendirse preso y hasta morir en lugar de su maestro si era necesario, dando pruebas del verdadero significado de la palabra amistad. 

Guiados por Ney Finke, el artista y los participantes en la acción performática seguimos las huellas del prócer recorriendo una parte del camino real que llevó a Duarte desde la falda de la montaña Isabel de Torres a la Fortaleza San Felipe. En este camino a prisión fue escoltado por su fiel amigo don Pedro Dubocq, quien luego le visitaba regularmente a la cárcel y atendía sus necesidades. Una pequeña parada frente a la iglesia permitió que el padre Regalado le ofreciera la bendición. 

La goleta “Separación Dominicana” que conmemoraba “el triunfo de su obra” lo condujo preso hasta Santo Domingo. Era comandada por el coronel Juan Bautista Cambiaso, considerado el fundador de la Marina de Guerra dominicana, quien de acuerdo con José Gabriel García “se condujo como un caballero con la ilustre víctima”. 

El 22 de agosto, la nueva Junta Central dirigida por Santana decretó “severo castigo de los conspiradores y sediciosos capitaneados por el general Juan Pablo Duarte” por intentar “derrocar el Gobierno Supremo establecido” declarando los generales Juan Pablo Duarte, Ramón Mella, Francisco del Rosario Sánchez “traidores a la Patria” por lo que los condenaba al destierro de por vida, pudiendo aplicarse la pena de muerte en caso de regresar a la patria que habían fundado. La seguridad y la tranquilidad del país fueron los argumentos utilizados para deportar a Sánchez, Mella y otros dirigentes del partido liberal para Inglaterra y a Duarte y otros compañeros, con destino a Alemania el 10 de septiembre de 1844.

Ney Finke fue el vector que presentó los hechos; Juan Pablo Duarte el protagonista; Puerto Plata el escenario; el artista y sus obras: “Desde Tubagua para el mundo, liberando a Duarte” y “Un Peso Oro” son parte de los maravillosos resultados de ese performance, el cual tuvo efectos mucho mas profundos y transformadores que la maravillosa creación artística. Aun cuando ambas obras poseen gran fuerza y belleza, “Liberando a Duarte” fue el motor que produjo, luego de un auto destierro de dos años que el propio artista en un proceso de interiorización se liberara de la adicción a las drogas, que lo mantuvo encadenado durante varios años y que además, según su propio testimonio, lo liberó de apegos innecesarios.  

""Un Peso Oro"

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