Magistralmente satirizaba a los políticos de la época, denunciando sus arbitrariedades, así como la injerencia de los Estados Unidos en la vida política dominicana, cada una de ellas marca un hito en el camino hacia la primera intervención militar estadounidense de 1916.

Esta postal es la única que fue realizada en New York. Los candidatos: Enrique Henríquez, F.J. Peynado, Francisco Henríquez y Carvajal, Federico Velázquez, Juan I. Jiménez y M. Román eran movidos como títeres por los hilos del tío Sam, a mayor escala, para que “El que baile mejor” gane la silla sostenida como premio por él. Por su parte, Horacio Vásquez exhibía un pacto en la mano derecha, la otra mano con la intención de votar y pisando el sable, es decir dejaba las armas. La tortuguita debajo de la mesa atada a una pata, tratando de caminar en dirección al Tío Sam.
Las elecciones dieron como ganador a Juan Isidro Jiménez, quien recibió una nueva amenaza de envío de fuerzas navales e imposición del experto financiero que supervisaba la entrega de fondos de las aduanas y firmaba los cheques para pagar los gastos públicos. Las pugnas en el seno del gobierno, complicadas con levantamientos armados, además de exigencias como disolución de la Guardia Republicana y creación de cuerpos armados bajo el mando de oficiales estadounidenses, produjeron la renuncia de Jiménez y dio paso a un consejo de secretarios que fue depurando los candidatos. Por otro lado, los “marines” desembarcaban paulatinamente y se logró elegir a Francisco Henríquez y Carvajal, quien tomó posesión el 31 de julio de 1916, hasta que el 29 de noviembre de 1916, el Capitán H.S. Knapp, sometía a la República Dominicana a un gobierno militar.